Las armas nucleares del mundo están en alerta operativa y listas para atacar

Inspectoras de Euratom, el Tratado de la Comunidad Europea de la Energía Atómica, realizan una revisión de las instalaciones en Países Bajos de Urenco, una empresa británica de combustible nuclear. Foto: Dean Calma /OEIA

NACIONES UNIDAS – Los nueve Estados nucleares del mundo redujeron sus arsenales militares, pero compensaron esa pérdida con el incremento del número de armas en alerta operativa, según el último informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri).

Como resultado, el mundo está cada vez más al alcance de las armas nucleares, ya sea por accidente o por diseño, indica el Sipri en su Anuario 2021, lanzado en la capital sueca el lunes 14.

La región más vulnerable es Asia, donde se encuentran cuatro de las nueve potencias nucleares del mundo: China, Corea del Norte, India y Pakistán. Las demás son Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Israel y Rusia.

Según el estudio, los nueve países poseían en conjunto unas 13 080 armas nucleares a principios de 2021.

Se trata de una caída con respecto a las 13 400 que el Sipri estimó que poseían esos Estados al comenzar 2020, ya que algunas de estas armas han pasado a “retiro”.

Pero a pesar de este descenso global, el número estimado de armas nucleares actualmente desplegadas con fuerzas operativas aumentó a 3825, respecto a las 3720 del año anterior.

Alrededor de 2000 de ellas, casi todas pertenecientes a Estados Unidos o Rusia, se mantienen en estado de alerta operativa alta, prontas para un ataque.

Tabla de fuerzas nucleares mundiales, en enero de 2021. Fuente: Sipri

Estados Unidos y Rusia continuaron reduciendo sus inventarios de armas nucleares mediante el desmantelamiento de ojivas retiradas en 2020, pero se estima que ambos tenían alrededor de 50 ojivas nucleares más en despliegue operativo a principios de 2021 que un año antes.

Rusia también aumentó su arsenal nuclear militar global en unas 180 ojivas, principalmente debido al despliegue de más misiles balísticos intercontinentales  terrestres de múltiples ojivas (ICBM, en inglés) y misiles balísticos de lanzamiento submarino (SLBM, en inglés).

Las fuerzas nucleares estratégicas desplegadas por ambos países se mantuvieron dentro de los límites establecidos por el Tratado para la Reducción de Armas Estratégicas Ofensivas (Nuevo START), de 2010, aunque este acuerdo no limita los inventarios totales de ojivas nucleares, según el Sipri.

Mientras tanto, un nuevo informe publicado una semana antes por la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN, en inglés),  Premio Nobel de la Paz 2017, advirtió que los Estados con armas nucleares gastaron 72 600 millones de dólares en ese tipo de armas,  incluso mientras se extendía la pandemia en 2020, en un incremento de 1400 millones de dólares desde 2019.

El informe titulado “Cómplice: Gasto mundial en armas nucleares en 2020 muestra cómo durante la pandemia, que tuvo consecuencias sanitarias y económicas devastadoras el año pasado, los gobiernos canalizaron cada vez más dinero de los impuestos a los contratistas de defensa, que a su vez aumentaron las cantidades a los grupos de presión y a los grupos de reflexión para fomentar y respaldar un aumento continuo del gasto.

De los 72 600 millones de dólares que los países gastaron en armas nucleares en 2020 en todo el mundo, 27 700 millones fueron a menos de una docena de contratistas de defensa para construir armas nucleares, que a su vez gastaron 117 millones de dólares en grupos de presión, los conocidos como lobbies,  y más de 10 millones de dólares en financiar a la mayoría de los principales grupos de reflexión que escriben sobre armas nucleares.

«Las emergencias climáticas y de la covid nos están mostrando lo que realmente necesitamos para nuestra seguridad y protección como seres humanos, y no son las armas nucleares», dijo  Rebecca Johnson, del Acrónimo Instituto para la Diplomacia del Desarme (AIDD, en inglés) y miembro del Grupo Directivo de la coalición de la ICAN, con sede en el Reino Unido.

«El sistema de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) tiene problemas porque sus esfuerzos para construir la paz y la seguridad cooperativas se ven constantemente socavados y estrangulados por Estados nacionales agresivos. La mayoría de la gente puede ver que necesitamos cooperar y compartir para resolver los desafíos globales, desde las vacunas hasta los recursos sostenibles», planteó en diálogo con IPS.

Pero una minoría de gobiernos con dependencias nucleares y economías militaristas son los que crean más peligros para todos, criticó la especialista.

Con sus posturas agresivas, sus nuevos tipos de armas y sus prácticas corruptas de venta, arman a sus rivales, alimentan la inseguridad y las guerras, y socavan la seguridad internacional, el derecho y los derechos humanos, advirtió.

«Cuando el Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares (TPNW) de la ONU entró en vigor este año, no es de extrañar que algunos gobiernos den un golpe de timón con campanas y silbatos adicionales en sus inútiles e inseguras armas nucleares”, analizó Johnson.

A su juicio,  gobiernos con privilegios e intereses creados han tomado frontales represalias, similares a las que adoptaron ante otros tratados internacionales que aportan restricciones legales muy necesarias, en especial en el tema armamentístico.

V. Ramana, titular de la Cátedra Simons de Desarme, Seguridad Global y Humana, y director del Instituto Liu para Cuestiones Globales de la Escuela de Política Pública y Asuntos Globales de la canadiense Universidad de Columbia Británica, dijo a IPS que el informe de la ICAN documenta el poder del control político que ejercen las empresas implicadas en la producción y el mantenimiento de armas nucleares.

Estas compañías, argumentó, “se benefician enormemente de su participación en la fabricación de estas armas de destrucción masiva y utilizan una parte de estos beneficios para presionar y dar forma al proceso de toma de decisiones de manera que promuevan sus beneficios, y aflojar cualquier apariencia de democracia en esta esfera”.

“Que este tipo de acciones continúen durante una pandemia mundial es chocante y revela las prioridades completamente equivocadas de estos Estados con armas nucleares y sus aliados», planteó Ramana, también académico del Instituto Peter Wall de Estudios Avanzados de la universidad canadiense.

Según un desglose proporcionado por la ICAN sobre el gasto mundial en armas nucleares, Estados Unidos encabeza la lista:

  • Estados Unidos: 37 400 millones de dólares
  • China: 10 100 millones de dólares
  • Rusia: 8000 millones de dólares
  • Reino Unido: 6200 millones de dólares
  • Francia: 5700 millones de dólares
  • India: 2400 millones de dólares
  • Pakistán: 1000 millones de dólares
  • Corea del Norte: 667 millones de dólares

Las cinco empresas que más se beneficiaron con contratos de armas nucleares fueron:

  • Northrop Grumman (13 600 millones de dólares)
  • General Dynamics (10 800 millones de dólares)
  • Lockheed Martin (2000 millones de dólares)
  • Raytheon Technologies (449,5 millones de dólares)
  • Draper (342 millones de dólares)

Johnson, directiva de la coalición ICAN, dijo que estigmatizar y prohibir las armas nucleares no solo afecta a los beneficios de las empresas militares-industriales, sino a las carreras de muchos burócratas, académicos y políticos que durante décadas han promovido el gasto del dinero de los contribuyentes en estas armas de destrucción masiva, en lugar de invertir más en la salud de sus países, la educación, las relaciones para la construcción de la paz y las tecnologías para salvar el medio ambiente.

«Como todos los objetivos de paz y seguridad, el desarme nuclear no es un proyecto puntual, sino un proceso transformador que debe construirse y mantenerse a lo largo de toda la vida», planteó la experta.

Añadió que el TPNW pone a los organismos de la ONU y los activistas a favor del desarme en una posición más fuerte en términos de normas y leyes internacionales.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo

Pero a su juicio, cuando los Estados parte celebren su primera reunión del Tratado, en 2022, “habrá mucho trabajo por delante para construir las infraestructuras institucionales, humanitarias y de verificación vitales para que el Tratado sea universalmente efectivo».

«Las armas nucleares siguen teniendo el potencial de causar un gran daño, por lo que hay que poner fin a estos últimos coletazos del colonialismo nuclear”, aseguró Johnson.

Citó como ejemplo de lo que puede hacerse que en Reino Unido hay muchos sectores que han pasado a promover el TPNW y acusan al gobierno de Boris Johnson de violar las obligaciones del Tratado de No Proliferación  Nuclear, con sus medidas de aumentar el número de armas nucleares en el país.

En ese sentido, Johnson destacó que en su nuevo informe, la ICAN no solo suministra datos del gasto militar, sino que expone los elevados costes financieros de los gobiernos con armamento nuclear y da nombres de algunos de los principales especuladores militares-industriales y burocráticos-académicos con el armamento nuclear.

Para la directiva de la Campaña dar nombres es importante, ya que la sociedad civil sigue levantando la suciedad escondida debajo de las alfombras y exponiendo las relaciones corruptas y dependientes que se han mantenido desde 1945 en la trastienda del negocio de las armas nucleares.

T: MF /ED: EG

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe